Cada persona es un mundo y, aunque no se puede generalizar, cada vez me encuentro más personas desagradecidas en 2º de Bachillerato, año tras año... ¡menos mal que existen excepciones que confirman esta regla!
El motivo de mi reflexión es el siguiente; cada vez pienso más que lo que haces por devoción es percibido por tus alumnos como parte de tus obligaciones, dando como resultado en el profesorado un profundo sentimiento de apatía, incluso pena, por la ingratitud mostrada por buena parte de sus alumnos que no aprecian el gesto tenido hacia ellos. Cierto es que la energía del profesor se recarga gracias a esos alumnos que sí tienen un gesto contigo, que cada vez son menos.
En esta última semana puedo poner un buen ejemplo: Organizamos una visita a un campus universitario para que los alumnos conocieran la universidad y determinadas carreras, así como el ambiente y trámites universitarios. Contratamos un autobús y organizamos charlas, buscamos actividades y les recompesamos con un bocadillo... Pues bien, salvo dos o tres alumnos, al resto había que sacarles las palabras con sacacorchos; a dos o tres "meterlos" de vuelta en el autobús porque no se querían volver al pueblo ya que preferían quedarse por la tarde de "tiendas" en la capital. Comentarios hirientes, aprovechando el anonimato que proporciona la muchedumbre, sobre la posible orientación sexual de un profesor y, finalmente, una desbandada sin despedida ni agradecimiento ante la apertura de puertas del autobús al regresar al centro tras pasar el día con ellos... Como guinda, comentarios en el tuenti sobre lo vieja o mal vestida que parecía una profesora a plena luz del día...
¿Merecemos esto? , desde luego que no. No tenemos obligación de realizar estas actividades, como tampoco de hacerles esquemas para que estudien más fácilmente, ni ayudarlos a buscar proveedores de polvorones, papeletas, lotería, flores de San Valentín, ni acompañarlos en la selectividad... pero lo seguimos haciendo... ¿Por qué? Por dos razones, porque tenemos vocación y porque el gesto de unos pocos compensa la crueldad de otros.
Mi reconocimiento a todos aquéllos/as que continuáis organizando y participando en actividades, y mi gratitud hacia aquéllos que tienen unas palabras o un gesto de agradecimientos a quienes se implican.
Por cierto, el resultado de la última encuesta fue el siguiente: Abundan los normales y los cabroncentes, como en la vida misma...
Aprovechando el anonimato... ¿Qué tipo de profe eres...? Puedes elegir varias opciones
Cabroncete/a 3 (37%)
Enrollado/a 2 (25%)
Despistado/a 2 (25%)
Desconfiado/a 0 (0%)
Agonías 1 (12%)
Normal y corriente 3 (37%)
Votos hasta el momento: 8
Gracias a todos por participar
Me he sentido muy identificada... Yo soy de las profes que intento, además, ir de empática, pero no tanto por ellos, sino por mí: ¡cualquier aguanta si no!
ResponderEliminarEso sí, empiezo a pensar que no sé si el gesto de unos pocos merece el soportar a ciertos....
Saludos.
Un mal día negrevernis, pero que no cambie el horizonte hacia el que navegas. Creo que nuestra actitud es la adecuada, sigamos luchando, la sonrisa de algunos compensará la mueca de asco de otros
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